Seguramente te ha pasado que compras una botella de plástico, se te acaba y en vez de comprar otra y acumular botellas piensas: "Mejor la relleno, me sale gratis y contamino menos". Pero cuando estás a punto de rellenarla llega tu amiga (mamá, tía, suegra, prima... quien sea) y te dice que no hagas eso que te va a dar cáncer. ¿Le crees?

Actualmente, según la sociedad, todo causa cáncer, por lo que no debes de fiarte y debes hacer tus propias investigaciones antes de crear falsos testamentos.

Razones para NO rellenar tu botella de agua

En el caso de las botellas de plástico de PET (tereftalato de polietileno) se recomienda que no rellenes las botellas de agua debido a que la falta de higiene puede acumular bacterias dañinas para nuestro organismo. Las bacterias se pueden adherir con mayor facilidad a las botellas de plástico que a las botellas de vidrio o metal. Esto puede prevenirse lavando las botellas de plástico regularmente con agua y con jabón, sin embargo, el jabón puede dañar los materiales de la botella de plástico.

Otra razón para no rellenar las botellas de plástico es que si se rellenan con líquidos parecidos al agua pero tóxicos, como algunos limpiadores, podrían provocar que una persona los ingiriera por equivocación y causar graves daños a la salud.

Cuando este tipo de botellas se exponen al sol, se expiden ciertas partículas pero que en condiciones normales no son tóxicas para los seres humanos, pero que pueden deteriorar la calidad de la botella de plástico.

¿Y el cáncer?

Supuestamente, las botellas de plástico también expiden una sustancia llamada DEHA que causa cáncer. El instituto de investigación del cáncer del Reino Unido realizó investigaciones al respecto y no pudo encontrar esta sustancia en las botellas de plástico, por lo que científicamente no se puede comprobar que causen cáncer.

Nuestras recomendaciones

Realmente lo que te recomendamos que hagas es que si compras una botella de agua y la quieres rellenar al momento con agua purificada, ¡hazlo! Lo que no te recomendamos es que guardes la botella de plástico vacía para reutilizarla en el futuro, ya que es cuando se vuelve menos seguro rellenarla.

Invierte en un buen termo de vidrio que laves constantemente para llevar agua contigo a todos lados. Te sale más barato por el bien de tu salud.