Las vacunas han salvado la vida a 50 millones de personas en todo el mundo entre los años 2000 y 2019. Se prevé que esta cifra se duplique para el año 2030. Además, la COVID-19 ha marcado un cambio de era abriendo una ventana de oportunidad, sin precedentes, para las vacunas.

Estos son datos extraídos del documento consenso "Vacunas, un futuro prometedor", elaborado por un grupo de expertos de composición multidisciplinar: especialistas en medicina preventiva, inmunología, pediatría, microbiología, farmacia, medicina de familia, enfermería, salud pública y comunicación.

La iniciativa ha sido promovida por GSK, en colaboración con The Institute for Health and Strategy (Si-Health) y presentada recientemente junto con Mediaset España. Se enmarca dentro de su iniciativa de comunicación social empresarial `Juntos por el Valor de la Salud´.

Los objetivos principales son la descripción de los principales retos a abordar, la propuesta de un conjunto de intervenciones factibles para lograr el potencial preventivo, de recuperación de salud y de mejora de la calidad de vida que ofrecen las vacunas.

La enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha marcado un cambio de era abriendo una ventana de oportunidad, sin precedentes, para las vacunas. Tal y como recoge este documento de consenso de vacunación, en menos de un año se contaba con vacunas de alta eficacia, seguras y aplicables.

Todo esto ha contribuido a aumentar la cultura vacunal entre la población general y entre los profesionales. Así, actualmente las vacunas cuentan con un papel protagonista en el ámbito de la salud pública, como protección ante las complicaciones que pueden provocar las enfermedades.

En España en concreto, la aceptación de la vacuna en la población ha sido muy alta y se ha logrado un importante aprendizaje social respecto a su uso. También se ha reducido notablemente el miedo a los posibles efectos secundarios asociados., señala este trabajo.

En este documento, los profesionales recuerdan que no solo es un contexto favorable debido a la protección y prevención que han probado las vacunas ante las infecciones, sino que es un gran avance en las posibilidades. Por ejemplo, el uso de la tecnología ARNm también para tratar otras enfermedades como el cáncer o algunas degenerativas.

Las vacunas salva(n)vidas

Lo cierto es que, como se menciona en el documento, las vacunas habrían salvado a unos 50 millones de personas en todo el mundo entre los años 2000 y 2019. Se cree que esta cifra se duplicará para 2030.

Las vacunas contra la COVID-19, tan solo durante el primer año, salvaron la vida de más de 20 millones de personas. Redujeron el número de fallecimientos en un 63 %.

Asimismo, la vacuna contra la gripe es una práctica comúnmente aceptada para reducir el impacto de la infección. En España durante la campaña 2021-2022 la cobertura alcanzada frente a la gripe en el grupo de mayores de 65 años fue del 69,4 % y del 54 % en las embarazadas.

Evitan el desarrollo de enfermedades

Vacunas como la del papiloma humano (VPH) y la de la hepatitis B (VHB) pueden prevenir 1,1 millones de casos de cáncer. Así, cada año en el mundo pueden evitarse cánceres de hígado, cérvix y orofaringe, entre otros.

Además pueden contar con beneficios adicionales para otras enfermedades específicas. De este modo, vacunar a la población de alto riesgo protege a las personas de presentar complicaciones.

Otro dato que recuerda el documento de consenso es que las vacunas reducen el impacto en los servicios de salud.

El futuro de las vacunas: prometedor

Las vacunas dejan entrever un futuro prometedor y esperanzador con 100 millones de vidas salvadas en 2020, según los cálculos. El escenario de intervención vacunal se amplía a nuevas enfermedades y poblaciones diana. También a nuevos ámbitos y áreas de intervención, resume el documento.

La prevención y el tratamiento mediante la vacunación va a permitir mantener una buena salud, prolongar los años de vida sana y evitar fallecimientos precoces. Sobre todo entre la población adulta hay grupos de población que pueden ver mejorada su calidad de vida gracias al potencial vacunal: personas que conviven con patologías crónicas de base, que están viviendo o han pasado por procesos oncológicos u otros problemas de salud que comprometen su sistema inmunitario.

Además, gracias a la crisis de la COVID-19, la esperanza de confiar en las vacunas ha aumentado considerablemente, señalan este documento de consenso.