La capacidad para montar en bicicleta puede servir para diferenciar entre la enfermedad de Parkinson y el parkinsonismo atípico, de acuerdo con un trabajo realizado en Japón y publicado en The Journal of Parkinson Disease.

El parkinsonismo atípico son aquellos trastornos que se asemejan a la enfermedad de Parkinson, pero responden de manera diferente a los tratamientos. Según este nuevo trabajo, el «signo de la bicicleta» puede ayudar a los médicos distinguir entre los dos.

Los pacientes con parkinsonismo atípico pierden su capacidad de montar en bicicleta durante la fase temprana de la enfermedad, mientras que los pacientes con de Parkinson continúan teniendo dicha capacidad.

Uso universal

Los investigadores de la Universidad de Medicina de Wakayama, (Japón) se plantean si el «signo de la bicicleta» podría ser de aplicación universal. Hideto Miwa y Tomoyoshi Kondo, lo han probado en Japón, donde las carreteras son montañosas y estrechas y llenas de automóviles.

El estudio encontró que el 88,9% de los pacientes japoneses con parkinsonismo atípico habían dejado de montar en bicicleta durante los últimos años en el momento de la aparición de la enfermedad, en comparación con sólo el 9,8% de los pacientes con enfermedad de Parkinson. De hecho, la prevalencia de la « señal de la bicicleta» puede ser mucho mayor en Japón que en los Países Bajos (51,5%), un país en el que hay mucha afición por el ciclismo. Las causas están en la orografía japonesa, mucho menos llana que en países como Holanda o Bélgica.

«Aunque la cultura en bicicleta pueden diferir entre países, es posible que el «signo de bicicleta» podría contribuir al diagnóstico precoz y diferencial del parkinsonismo. Cuando vemos a los pacientes con Parkinson sin un diagnóstico definitivo, sería muy sencillo l preguntar, ¿Puede aún andar en bicicleta?», comenta Miwa.