Por: Eli Heiliger/DL - 05/04/2016
El periodismo dejó de escribirse en cuartillas, esas hojas 8½x11 básicamente de papel periódico en que redactábamos las notas cuando el mundo era análogo, para escribirse en posts o en cualquiera de las nuevas formas en que se transmite hoy la información, lo que marca un antes y un después en la forma de comunicarnos.
Con la llegada de las TIC la comunicación entra en una etapa de cambios permanentes, cada día se ponen en funcionamiento nuevos programas informáticos, nuevas computadoras que hacen de la información un producto que se difunde instantáneamente, algo inimaginable décadas atrás.
El mundo perdió sus muros, parafraseando a Marshall MacLuhan. Tras la revolución operada en los medios de comunicación muchos predicen la desaparición de los periódicos impresos, para dar paso a una comunicación totalmente digital y global a través de los modernos soportes que conocemos hoy y los que puedan agregarse.
La reciente divulgación de “los papeles de Panamá”, más de 11 millones de documentos y de Wikileaks hace unos años, muestran la paradoja de la información en nuestro tiempo: a través de la red se difunde con vertiginosa rapidez, pero se requiere de los periódicos para avalar y facilitar la exposición de tan voluminosos expedientes.
El estadounidense Phill Meyer predijo que el último periódico impreso se publicará en el 2040, lo cual no está lejos, pues al ritmo que avanzan los medios digitales y las TIC, unido al golpe que se asesta a la ecología con la producción del papel para periódicos, muchos se inclinan por creer esa profecía.
El giro en la comunicación ha sido copernicano, nos ha puesto a relacionarnos sin importar la distancia, a transmitir el conocimiento instantáneamente, los print perdieron en monopolio de informar pero, a pesar de los cambios, la visión ética sigue siendo la misma: el compromiso con la verdad.
Una estudiante de Comunicación Social me preguntó recientemente si con todos los cambios operados en la comunicación debe también existir una nueva ética que redefina las relaciones entre medios y sociedad, a lo que respondí que la ética sigue siendo la misma.
No importa que se haya dado el gran salto de la cuartilla al post, que dejó atrás el reinado de Gutenberg. Reitero eso hoy que se celebra el Día del Periodista y los escritorios se llenan de tarjetas de felicitaciones y regalos.
El periodismo sigue siendo en esta época de tecnología de la información, de sociedad de la información, redes sociales, inteligencia artificial, Google, Facebook y Twitter, una especie de rayo x que ausculta los problemas de la sociedad.
Los cambios tecnológicos no afectan esa esencia, sobre todo la ética.
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