Navidad es compartir afectos, regalos y la compañía de los seres queridos, pero a muchos les falta todo, están carentes de afectos, de regalos y de compañía. 

Nadie merece pasar una Navidad sin afectos, regalos o compañía. La Navidad es una extraordinaria oportunidad de dar a otros lo que necesitan para que reafirmen su confianza en que esta sociedad todavía tiene salvación, de que los dominicanos no hemos perdido el sentido del amor y la solidaridad. 

Mi propuesta navideña es que cada uno seleccione a una familia o a un niño o niña con quien compartir afectos, regalos y compañía. 

Cuando vaya a comprar los juguetes para sus hijos, compre algo para ese niño o niña que conoce y que sabe tendrá dificultades para compartir, con un regalo en las manos, la alegría de nuestros niños. 

Regale algo de comer a alguien que conozca que pueda llevar alegría a su casa y mejor, o mejor si puede llegar por su albergue y pasar un tiempo con él o ella para que sepan que los tiene en cuenta. 

En la clase media dominicana todo el mundo tiene una trabajadora que ya no está con nosotros, un jardinero o un “handyman” que nos ayudó con las reparaciones en la casa. 

Ustedes no tienen idea de la alegría que se les ve en la cara y que brota directamente del corazón, y cuánto aprecian el gesto. 

No dejen pasar esta Navidad sin darle ese soplo de vida a sus corazones. No cuesta casi nada y vale muchísimo. 

Será una Navidad inolvidable.

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