Por: Yokasta Guzmán S./Acento - 26/03/2014
Cuando llegué a Contrataciones Públicas en agosto de 2012, sabía que no me esperaba un jardín de rosas, pero nunca lo prometieron; y que difícilmente tendríamos la oportunidad de aburrirnos. También, que desde esta posición no seríamos monedita de oro para caerle bien a todo el mundo.
La apatía desde las instituciones era previsible y no nos sorprendió. Es más, siendo sincera los traumas han sido menores: resistencia al cambio, lo que es propio en estos procesos; aprovechamiento de la cobertura aleatoria y de la limitada capacidad, aunque cada vez mejorada, para monitorear el universo de las compras; a acoger los dictámenes de la dirección, abanderados de cumplir sus "deberes con el pueblo, que encuentran en la "burocracia" de los procesos de compra, una retranca, sin considerar que previo a la exigencia del cumplimiento de la normativa los bienes, servicios y obras no llegaban a las personas, por lo que el problema no está en cumplir o no cumplir la ley.Esta no debería ser una opción en el mundo civilizado en el que pretendemos habitar.
Sin embargo, tengo que confesar que nos tomó por sorpresa la apatía de algunos sectores, apatía que surge a nuestro juicio en la desconfianza generada en las relaciones gobierno sociedad. Nadie confía.
¿Y qué puede surgir de cada uno de nosotros en unas relaciones cuya base es la desconfianza? Lo peor de cada quien. Es por este motivo que integrar a la ciudadanía en el proceso de reforma y modernización que está ocurriendo no solo en compras públicas, sino también en distintos ámbitos de la sociedad, es más que importante para romper el paradigma que plantea que gobierno y sociedad son antagónicos por naturaleza. Las Comisiones de Veeduría y el Observatorio Ciudadano de las Compras Públicas van en esa dirección. En construir confianza y demostrar con los hechos que podemos trabajar juntos para buscar soluciones. Lo que se avance en Compras y Contrataciones es patrimonio del país. Para que nunca más vuelva el grado a grado ni la opacidad.
Frecuentemente traigo a colación una expresión que escuche del Presidente Danilo Medina, cuando en una reunión de trabajo donde surge el tema de la desconfianza que hay en la administración dijo, y cito " La gente ha llegado a creer que todos los políticos somos corruptos y que tod@ ciudadan@ es un evasor. Y eso no es cierto. Este país esta lleno de gente buena, que lo que necesita es una oportunidad. Y esa oportunidad se la vamos a dar desde el gobierno".
Para mí, ese es el primer y mejor voto de confianza hacia la sociedad. Y de la sociedad hacia el gobierno, lo advertimos en las personalidades que han aceptado la invitación a ser veedores y en las organizaciones comunitarias y de la sociedad civil que integran el Observatorio. Y esto que está sucediendo debe llevar a que no nos venza el escepticismo y a que no triunfe la burocracia.
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