El estado de Nueva York registra en la actualidad las tasas más bajas de crimen y encarcelaciones en las últimas dos décadas, según un estudio publicado por Pew Charitable Trusts.

La investigación se realizó con datos del FBI y de la Oficina Federal de Estadísticas Judiciales, y muestra que las encarcelaciones han bajado en 24% desde 1994 y la tasa de crimen lo ha hecho en un 54% en el estado desde 1996.

“Con el crimen en sus registros más bajos en 20 años, además de la dramática disminución de personas encarceladas en cárceles estatales, Nueva York es el perfecto ejemplo de cómo la seguridad y la justicia pueden coexistir”, dijo el gobernador Andrew Cuomo.

En 1994, el número de encarcelados era 66,750 y en 1999 se alcanzó el máximo histórico con 72,649. A finales de 2012, 54,865 individuos estaban bajo custodia en cárceles.

La bajada en los crímenes reportados en el estado se debe sobre todo a la disminución en la ciudad de Nueva York, donde han disminuido en un 73% desde 1990, situándose en los registros más bajos desde que se recogen datos.

Esto sitúa al estado de Nueva York como el más seguro entre los que tienen una gran superficie en el país, y el tercero en total, sólo por detrás de Idaho y North Dakota, según la División Estatal de Servicios Jurídicos Criminales.

La caída de la población en cárceles se debe especialmente al decrecimiento en el número de personas encarceladas por crímenes no violentos que tienen que ver con posesión de drogas. Hoy día hay 6,834 ofensores no violentos por drogas encarcelados, frente al 23,511 que había en 1996, lo que representa una bajada del 70%.