En sus 26 años de vida, Rossy Félix nunca había estado ante una situación tan difícil como la que sufre actualmente luego de ser suspendida por dos meses de toda competencia de esgrima, incluida su participación en los Juegos Olímpicos de Río. Pese a ese inconveniente, Félix sostiene que no se dará por vencida y que continuará, una vez le sea levantada la suspensión, para seguir dando lo mejor de ella con la finalidad de estar presente en los Juegos Olímpicos de 2020.

“Esta es la situación más dura que he pasado”, dijo Félix al programa “Mañana Deportiva”, que se difunde de lunes a viernes de 7 a 9 de la mañana por CDN La Radio, bajo la conducción de Yancen Pujols, Satosky Terrero y Máximo Díaz. “Siento impotencia y dolor por todo lo que sucedió conmigo. Sentí impotencia porque no puedo hacer nada, y dolor porque es un sueño para el que trabajé prácticamente nueve años de mi vida hasta para lograrlo y que por intereses a mí me hicieran esto. Admito que cometí una falta, pero no era para que se me sacara de los Juegos Olímpicos”, agregó.

El pasado 22 de junio, el árbitro de la Federación Internacional de Esgrima (FIE), Juan Carlos Ríos, penalizó con una tarjeta negra a la atleta criolla por infracción deportiva durante el Campeonato Panamericano de Esgrima, celebrado en Panamá, recibiendo una suspensión de dos meses de toda competencia activa. Esto llevó a que la esgrimista quedara fuera de la delegación criolla para los Juegos Olímpicos, certamen que tendrá lugar del 5 al 21 de agosto próximo.

“Veía que el árbitro se estaba parcializando muy diplomáticamente a favor de mi adversaria. En ese momento fui sintiendo mucho dolor porque, realmente, el esfuerzo que hace un atleta en ir a una competencia es muy difícil y que venga un árbitro a decidir por ti, por tu victoria o tu derrota es algo que de verdad da mucha impotencia”, señaló la atleta.

Reconoció que tuvo un roce de palabras fuertes contra el juez mexicano, pero que luego se le acercó con la finalidad de pedirle disculpas en varias ocasiones.

“Esta situación pasa con muchos atletas que ante situaciones de este tipo se disculpan y todo queda así. Ese árbitro lo conozco de manera personal y es por eso que me dolió y me llevó a decirle así (árbitro de la m…) por la impotencia que sentí en ese momento. Traté de que eso no llegara tan lejos, de que no me oficializara la tarjeta negra. Él mismo me dijo que no había problema, que todo estaba subsanado”, puntualizó la atleta.

Félix señaló que el árbitro Ríos no hizo el reporte a la Confederación Panamericana de Esgrima con la tarjeta negra. “Eso yo lo ví y le di seguimiento varios días”, dijo. Agregó, que fue al tercer día que recibió la notificación de la suspensión por dos meses.

“Esa no fue la manera correcta, porque las amonestaciones se hacen el mismo día del evento. Esto pasó conmigo luego de tres días. Hay una pequeña ilegalidad. Eso está mal. Admito que cometí mi falta, pero no era una falta tan grave para que a mí me quitaran los Juegos Olímpicos”, dijo. 

Señaló que hubo presión por parte de la Federación de Esgrima de Panamá para que su puesto le fuera otorgado a la atleta Eileen Grench, la segunda mejor de la competencia.

“Presionaron al directorio técnico del evento para que me oficializaran la tarjeta, hasta de muchísimas personas de las que me quedé con la boca abierta que también incidieron para que esto pasara”, dijo. “En el país, la Federación de Esgrima y el Comité Olímpico Dominicano hicieron lo humanamente posible para solucionar el caso, al igual que de un grupo de personas que actualmente quieren ayudarme y que no se dan por vencidas ante esta situación”, sostuvo Félix, quien en la actualidad estudia la carrera de comunicación social.

Asimismo, manifestó que su familia está actualmente devastada ante la situación por la que está atravesando.

“Tengo que darle consuelo a mi mamá. Imagínate soy yo la que debe darle apoyo a mi mamá. Es fuerte toda esta situación, pero veremos hacia dónde Dios me lleva”, comentó la esgrimista.