La violencia contra la mujer no se detiene y da la impresión de que es todo lo contrario, aumenta. Así lo da a entender el hecho de que en menos de 24 horas cuatro hayan sido asesinadas en Moca y el Gran Santo Domingo.

Ayer, sábado, las hermanas Ramona y Marina García Santana, de 51 y 37 años, fueron asesinadas por el esposo de una de ellas, el agricultor Viterbo Morillo, en el paraje La Culata del distrito municipal de Jamao, Moca. En el incidente también resultó herido Vicente García Santana, hermano de las mujeres ultimadas.

En la madrugada de hoy, la adolescente Jéssica Elaine Sabab Pérez, de 15 años, también perdió la vida supuestamente a mano de Francisco Pavel Tavárez Portorreal, quien no soportó que ella se resistiera a tener relaciones sexuales con él, en la cabaña Villa España, ubicada en la autopista Las Américas, en Santo Domingo.

El otro caso es de la joven Yesenia Altagracia Gutiérrez Cabrera, de 21 años, ultimada por su concubino el raso Richard González Hernández, adscrito a Operaciones Especiales, en el barrio Progreso, del Kilómetro 22 de la autopista Duarte, donde residían.

González Hernández alega que se le escapó un tiro en medio de una discusión con Gutiérrez Cabrera.

Hasta octubre pasado, la Procuraduría registraba 72 feminicidios. Las estadísticas de las autoridades no abarca otros crímenes contra mujeres que ejecutan hombres que no tienen ni han tenido relaciones íntimas con las víctimas.