En el distrito municipal El Rosario, Azua, una madre identificada como Joana Morillo, hizo una denuncia impactante el pasado jueves: su hija de ocho años fue atacada por un perro de raza pitbull.

La mujer, apodada cariñosamente como Roquita, relató que el incidente ocurrió en el barrio El Abanico, generando consternación entre los residentes por el riesgo que representa el animal.

Según Morillo, el pitbull mordió a su hija en una zona delicada del cuerpo, lo que requirió atención médica urgente. Los gastos médicos fueron un problema adicional, ya que el dueño del perro se negó a hacerse cargo de ellos. Ante esta situación, Morillo se vio obligada a recurrir al empeño de su tarjeta Supérate para cubrir los costos de los tratamientos.

El incidente llevó a la niña a ser ingresada en el Hospital Taiwán de este mismo municipio, donde hubo preocupación por la posibilidad de que el perro estuviera infectado con rabia. Morillo expresó su frustración al explicar que, a pesar de acudir a la fiscalía para reportar el caso, no recibió la atención adecuada.

Según el Código Civil Dominicano, en su artículo 1385 establece que: «El dueño de un animal, o el que se sirve de él por el tiempo de su uso, es responsable del daño que ha causado aquel, bien sea que estuviese bajo su custodia, o que se le hubiera extraviado o escapado»