De acuerdo al gerente del Grupo W, el proyecto inmobiliario en cuestión venía padeciendo debilidades sistémicas producto del escaso margen de beneficios de los apartamentos ofertados a los educadores y al hecho de que por decisión del propio sindicato no se pudo acceder nunca a la banca privada.

Ello provocó la imposibilidad de la empresa para continuar con el proyecto y que un acreedor del mismo trabara oposiciones a varias unidades del complejo que ya habían sido vendidas a sus propietarios, pero negó enfáticamente que se hubieran consentido hipotecas convencionales como se ha denunciado.

El empresario y abogado. Washington Espino aseguró que en la actualidad se encuentra inmerso en el proceso de enfrentar en sede judicial los problemas legales del proyecto, a fin de reiniciarlo lo más pronto posible, a cargo de otros inversionistas, ratificando que se mantendrá como hasta ahora asumiendo la responsabilidad del cumplimiento de los compromisos que tiene el Grupo W, para hacer realidad el traspaso del residencial y éste pueda culminarse para beneficio de todos los interesados 

Finalmente pidió a la clase magisterial de San Francisco de Macorís y demás involucrados en Quinta de los Maestros, a que mantengan la confianza en su empresa, asegurando que nunca permitirá que ningún inversionista o adquiriente pierda un solo centavo en manos del Grupo W.