Una ola de la violencia armada dejó al menos 10 muertos y 55 heridos en 33 tiroteos registrados en todo Chicago (Illinois) durante un caótico fin de semana del Día de la Independencia.

Amari Brown, de 7 años de edad, figura entre los muertos. La policía cree que el ataque iba dirigido a su padre, quien fue descrito como un pandillero. La menor fue abatida por un disparo en el pecho cuando regresaba de una celebración del 4 de julio.

Buena parte de los incidentes ocurrieron en apenas ocho horas durante la madrugada del domingo, indicó el diario The Chicago Tribune, que reportó la muerte de un chico de 16 años y una adolescente de 15.

El superintendente de la Policía d Chicago, Garry McCarthy dijo que el brote de violencia ocurrido durante el fin de semana muestra que el número de agentes que trabaja en las calles no es tan crítico para evitar los tiroteos como lo es el tener leyes efectivas para el control de armas, que pongan a los criminales tras las rejas durante un largo periodo de tiempo.

Durante mucho tiempo MaCarthy ha enfatizado que las leyes para sentenciar los crímenes por armas son demasiado indulgentes.

“Si piensan que el poner a más policías en las calles haría una diferencia, consideren que pusimos un tercio más de agentes en las calles este fin de semana”, dijo McCarthy. ¿”Cuál fue el resultado? Tenemos más armas. Bien, eso es bueno. Pero no está parando la violencia”.

“Y la violencia no se va a detener mientras no se castigue a los criminales y se haga algo para evitar que esas armas lleguen a nuestra ciudad“, agregó McCarthy.

Durante la celebración del 4 de Julio del año pasado, 82 personas fueron baleadas en un periodo de 84 horas. Cinco de ellas recibieron disparos de la Policía. Este año, la Policía no se vio involucrada en ninguno de estos tiroteos.