El Gobierno chileno ordenó hoy abandonar el país a dos turistas estadounidenses que encendieron una fogata en el Parque Nacional Torres del Paine, en el marco de una nueva norma que establece la expulsión de los extranjeros que ejecuten acciones que pongan en riesgo el patrimonio medioambiental.

"Se ha establecido un plazo de 72 horas para que se retiren del país o de lo contrario serán expulsados. Estamos aplicando una normativa muy estricta para que no se afecten parques nacionales", dijo el ministro portavoz de Gobierno, Álvaro Elizalde, en declaraciones a periodistas.

Este es el primer caso al que se le aplica la nueva normativa, firmada hace dos semanas por el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, y que establece ese tipo de sanciones a los extranjeros.

Un instructivo al respecto entregado a los gobiernos regionales señala que todo turista que provoque un incendio o afecte un sitio de patrimonio natural "deberá abandonar voluntariamente el país y en caso de no hacerlo, se procederá a expulsarlo del territorio nacional".

"Debido al aumento de las temperaturas y el déficit de lluvias, sigue existiendo una situación de peligro de incendios que debe ser enfrentada y por eso se ha tomado esta normativa", aseguró Elizalde.

Según las autoridades, actualmente hay 41 incendios activos en 8 regiones del país, que afectan una superficie de 12.441 hectáreas de vegetación, mientras que otros 81 incendios están controlados y 6 fueron extinguidos.

A la región del Biobío, en el sur de Chile, donde se registra uno de los mayores incendios, se sumaron 30 brigadistas y dos técnicos pertenecientes al Sistema Federal de Manejo del Fuego de Argentina, después de que las autoridades chilenas solicitaran ayuda internacional para combatir las llamas.

Al ingresar a los parques nacionales los visitantes firman un documento que indica las obligaciones a seguir en los respectivos senderos, entre las que se destaca la prohibición de hacer fuego y acampar en lugares no autorizados.

Esta serie de medidas de prevención se realizan para evitar siniestros como el que ocurrió a fines del 2011 y que en casi dos meses consumió más de 17.000 hectáreas del Parque Nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena.