La figura de Felipe Alou se dimensiona gigante en más de 50 años en el beisbol, y también toca las puertas de distintas luminarias que recibieron de él la primera oportunidad y las enseñanzas que le trazaron el camino del éxito.

 Así ha quedado establecido en el caso de Pedro Martínez, el lanzador de Manoaguayabo recién electo  al Salón al Salón de la Fama de Cooperstown,  y quien será exaltado a Cooperstown el próximo 26 de julio. Cuando los Dodgers de Los Angeles cambiaron a Pedro a los Expos de Montreal en noviembre de 1993, la siguiente primavera llegó a las manos de su compatriota Felipe, entonces manager de la franquicia canadiense.

 “Realmente  yo le dije que tuviera confianza, y que él tenía un puesto en la rotación de los Expos, que por mí no habría problema pues yo le tenía mucha confianza”, ha dicho  Felipe de Pedro en reiteradas ocasiones. Martinez ganó el primero de 3 premios Cy Young con los Expos en 1997, y ganaría otros dos con Boston, su siguiente equipo,  forjando una carrera que lo llevaría a la inmortalidad.

 “En mi caso fue igual, yo debuté en 1996 y ya Pedro estaba  allí, pero fue Felipe quien me dio la oportunidad y me tuvo confianza. Eso lo agradeceré por siempre” dijo Vladimir, en una entrevista exclusiva para el programa La Semana Deportiva, que se difunde los domingos de 12 a 2 de la tarde por Telecentro, canal 13, y ESPN Radio.

Firmado por los Expos

Años antes, el nativo de Nizao había sido firmado por los propios Expos (1993), iniciando un peregrinaje de 4 años por las ligas menores. “Los viajes eran largos, pero siempre estuvimos juntos un grupo de amigos latinos para hacer las cosas más suaves”, dice Guerrero, ahora con 40 años de edad y con un potencial para ser elegido inmortal en 2017.

Abundando sobre la incidencia que tuvo Felipe Alou en su carrera, destaca que de él aprendió muchas cosas, pero sobre todas a ser responsable en su trabajo.

“Yo puedo decir que Felipe me enseñó  a llegar temprano al estadio. Muchos peloteros luego que triunfan llegan tarde, pero el llegar temprano es clave para el progreso y la concentración de uno. Eso me lo enseñó él y se lo agradezco”, dijo Vladimir, al ser entrevistado por los periodistas Héctor J.Cruz, Héctor Gómez,Dionisio Soldevila y José Luis Mendoza.

 En su carrera de 17 años en Grandes Ligas,Vladimir tuvo promedio general de .318, ubicado en el puesto 57 de todos los tiempos, y sus 449 lo tienen en el lugar 38. Además, sumó 1496 empujadas y 2,590 hits, números que lo califican para una elección más que adecuada al Salón de la Fama.

Una de sus proezas más notables ocurrió en el período 1997-2008 cuando tuvo promedios por encima de .300 en doce campañas seguidas. Además, en el 2004 ganó el MVP de la Liga Americana con los Angelinos de Anaheim, cuando tuvo promedio de .337, disparó 39 jonrones, 126 remolcadas y fue líder en anotadas con 124.

Inversiones y bateo

Un tema que enfocó con mucha gracia en la Semana Deportiva fue su inclinación y facilidad de batear   pitcheos fuera de la zona de strikes pues nunca fue selectivo. (En su carrera de liga mayor tuvo 737 bases por bolas recibidas y solo 985 ponches, una de las mejores proporciones de cualquier bateador).

 “Eso de batear pitcheos malos lo aprendí cuando pequeño pues nosotros , en Nizao, jugábamos un juego llamado Plaquita, eso nos obligaba a tirarle a cualquier cosa y de ahí se me quedó eso”, dijo.

 “También, debo agregar que algunos coaches de bateo de liga mayor intentaron cambiar mi estilo y mi criterio de bateo, pero siempre terminábamos en que me dejaran tranquilo”.

 Vladimir es nativo del puequeño pueblo Don Gregorio, Nizao, en la provincia Baní, donde ha hecho su vida personal y familiar. Acumuló salarios por más de US$150 millones, pero  ya en el retiro nunca ha pensado en dejar su pueblo.

 “No, siempre  he vivido allí y allí seguiré. Tengo inversiones en algunos negocios, pero sobre todo tengo buena cantidad de tierras  y fincas pues eso es lo que  me gusta”, dijo Vladimir, hermano de Wilton Guerrero, un ex grandes ligas.

En su carrera,Vladimir asistió a 9 juegos de estrellas, ganó 8 bates de plata, y tuvo dos temporadas con más de 40 jonrones, (42 en 1999 y 44 en el 2000).