Los constantes ruidos que provocan las pesas una vez son arrojadas al suelo no se sintieron ayer en el pabellón de Halterofilia, ubicado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.Es que el espacio estuvo reservado para la misa de cuerpo presente a Félix Francisco Ogando (Gallego), jefe del cuerpo de entrenadores de la selección nacional de levantamiento de pesas, quien falleció la madrugada del pasado domingo a la edad de 61 años, producto de una enfermedad terminal que lo tuvo ingresado en un centro médico de esta capital por alrededor de una semana.

El lugar se convirtió en un escenario de llanto y dolor, una vez llegaron sus restos a las 10:37 de la mañana, donde familiares, atletas y federados deportivos daban un adiós a un gran conciliador, trabajador incansable y persona siempre preocupada por la preparación de los atletas dentro y fuera de la plataforma de competencia.

“La partida de Félix Ogando es una pérdida irreparable para del deporte nacional y en particular para las pesas”, expresó el presidente de la Federación Dominicana de Halterofilia, William Ozuna.

Ogando tenía 24 años como entrenador en jefe de la Federación de Pesas y era directivo de la entidad desde 1987. Fue un gran preparador de atletas, pasando por sus manos cientos de pesistas que con el tiempo le dieron importantes medallas al país en eventos internacionales.

Yudelkis Contreras, ganadora de medalla de oro en el Mundial del 2005 y luego preseas de plata y bronce en al menos dos mundiales en la categoría superior, siente que perdió a un padre y un amigo que siempre estuvo a su lado.

“Ogando era más que un padre para mí”, expresó Contreras. “Teníamos una confianza tal como ningún atleta ha tenido con un entrenador. Me contaba cosas a mí que a ningún otro pesista se las comentaba y le expresaba cosas que ni a mi mamá se las decía. Era una persona que siempre estaba atenta a todo lo que hacía con la finalidad de que todo saliera bien. Siempre me dada el mejor de los consejos, algo que nunca olvidaré de él”, agregó.

Desde 1990 hasta los Juegos Centroamericanos y del Caribe que culminaron el pasado domingo en Veracruz, México, Gallego fue un forjador de grandes medallistas de oro, plata y bronce en este tipo de certamen, así como en Panamericanos y eventos propios del deporte.

“No hay palabras para definir la calidad de persona que fue Gallego, no solo para mí, sino para muchos atletas, pues dio toda su vida por nosotros”, expresó la expesista Guillermina Candelario. “Siempre estaba pendiente a todo lo que hacíamos. Me siento muy mal con su partida. Fue mi entrenador y guía en toda esta carrera que tuve como pesista”, agregó.

Durante la misa, oficiada por el párroco Ramón Ozuna, estuvieron presentes el ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal; el presidente del Comité Olímpico Dominicano, Luis Mejía Oviedo; parte de la selección de levantamiento de pesas que participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz, y Fernando Teruel, presidente de la Federación Dominicana de Entrenadores. También se encontraba su madre Catalina Ogando; su esposa Venecia Santana, hoy viuda Ogando, y sus hijos Alexis, Rubén Francisco y Carolina Ogando Santana. Durante el desarrollo de la misa, atletas y dirigentes deportivos hicieron guardia de honor. “Cada vez que llegaba al pabellón siempre vociferaba hagan sonar esas barras, quiero escuchar esos hierros. No estamos entrenando, eh… estamos entrenando para ganar medalla por nuestro país. Suenen los hierros, muchachos”, expresó Verónica Saladín Tolentino, ganadora de la presea de plata en México en la categoría +75 kilogramos, mientras levantaba una pesa en honor a Gallego.

De su lado, Luisín Mejía ponderó las cualidades como deportista y hombre de familia del fenecido entrenador.

“Ogando fue una persona íntegra y oficial de la Marina que cumplía todo al pie de la letra. Cayó en este quebranto, pero sobre todo es impresionante que todavía en los momentos finales de su vida llevaba el conteo de las medallas que el país obtenía en Veracruz junto a su esposa Venecia, diciendo que íbamos a subir en el medallero y disfrutando aquellas que él ayudó a preparar desde la Federación de Pesas”, dijo Mejía.

Y, precisamente, pesas es una de las disciplinas que más medallas aportó en los pasados juegos con dos de oro y nueve de plata. Casi a las 12 del día, los restos de Ogando fueron trasladados al cementerio Jardín Memorial, donde se les dio cristiana sepultura. 

Una visita imborrable para Yudelkis

Yudelkis Contreras relató que el pasado jueves acudió al centro médico donde se encontraba recluido Ogando. Allí ambos conversaron de todo un poco. “Recuerdo que él me dijo: no te preocupes, recupérate de esa lesión que en enero vamos a trabajar bien fuerte, a lo que le contesté sí, vamos a trabajar bien duro para romper el récord en los Juegos Panamericanos del año próximo con Dios mediante. Él me dijo sí mientras me guiñaba un ojo”, dijo Contreras mientras las lágrimas corrían por todo su rostro.