La Unión de Comerciantes y Empresarios del Nordeste (UCENOR), denunció el estado de pánico, terror y sobresalto que se vive en San Francisco de Macorís, debido a los hechos delictivos que han estado ocurriendo de manera frecuente, donde se ha perdido el dinamismo y actividades nocturna y que los negocios diseminados en diferentes sectores, han sido convertido en “cárceles domiciliarias”, por la colocación de fuertes barrotes de hierro.

En un documento leído por su presidente Nicolás Hidalgo, la UCENORD expresa que como una forma de enfrentar la delincuencia, han tenido que instalar en sus establecimientos sistema de cámaras, seguridad privada, entre otros elementos y medios, ya que muchos comerciantes y otros ciudadanos han sido atracados, llegando a perder sus pertenencias materiales y hasta la vida.

Explica que la mayor preocupación, aun consiste en que cuando estos atracadores y antisociales son apresados por la policía y sometidos a la justicia, ha notado con la gran facilidad que estos quedan en libertad, aún admitiendo los hechos delictivos de los cuales son acusados y muchos por información de la institución del orden público, son reincidentes, con una enorme cantidad de fichas registradas por hechos cometidos anteriores.