De los 38,000 dominicanos que han llegado deportados desde 1996, alrededor del 60 por ciento ha podido entrar al mercado laboral, aunque han tenido que superar muchas barreras.

Ese grupo, estimado en más de 22,000, por lo general ha conseguido empleos en call center y empresas de zonas francas. Otros trabajan independientes en sus propios negocios o en empresas de familiares.

Algunos son guías turísticos o choferes de sus propios camiones.

A partir de noviembre de 2013, dos mil han podido obtener un empleo, precisó Amparo Reyes, encargada de Operaciones de la Unidad de Repatriados de la Procuraduría.

Aunque esa Unidad funciona desde junio de 2013, fue a partir de noviembre que empezó a darles asistencia en el ámbito laboral.

Como parte de esa gestión, ya lograron que 20 laboren en el programa de Inglés de Inmersión que desarrolla el MESCYT, según puntualizó Birmania Camacho Sánchez, encargada legal de la Unidad, quien subrayó que allí no han tenido rechazo.

Una parte de los que no han podido ingresar al mercado laboral se debe a que tienen algún problema, están enfermos o son adictos a las drogas, contó Reyes, quien precisó que una gran cantidad de los adictos fueron llevados a Hogar Crea para su regeneración.

Esta reinserción laboral inició a través de los calls centers, primeras entidades que le abrieron las puertas, especialmente porque saben hablar inglés. Luego se han sumado otras, entre ellas las empresas de zonas francas.

Pese a que todavía confrontan algunas dificultades, la encargada de Operaciones de la Unidad de Repatriados observa que el mercado laboral dominicano está siendo flexible.

“Antes no creían en nosotros.

Antes tenían que pagar hasta para que los dejaran trabajar”, comentó Reyes.

Sostiene que ha habido un cambio estructural, en cuyo proceso, dice, ha sido determinante la voluntad del procurador Francisco Dominguez Brito, bajo cuya gestión fue creada la Unidad de Repatriados.

“Ellos no delinquen, no repiten la experiencia negativa y dan más que los demás, trabajan mucho”, afirmó Reyes.

No obstante, dice que el mayor problema ahora es la sociedad. “La sociedad tiene que abrir, tiene que ser solidaria con ellos y con el programa”, reclama Reyes, quien asegura que los repatriados no se van a volver a equivocar, tras resaltar que los niveles de reincidencia son muy mínimos.

Es por ello que le pide al empresariado y a la sociedad dominicana que den una oportunidad a la Unidad de Reinserción y a los repatriados.

“Que nos ayuden a reinsertarlos, les garantizamos que no van a tener problemas con ellos, incluso, nos pueden llamar para ofertarnos cualquier posición, al 809-480-0229”, solicitó.

Entre los proyectos de la Unidad figuran la realización de una feria de empleos, conjuntamente con el Centro de Inversión y Exportación de la República Dominicana (CEI-RD), para lo cual aún no han fijado la fecha.

También, en coordinación con el Ministerio de Turismo, diseñan un curso de guías turísticos, en el cual los participantes recibirán su certificado, para que puedan obtener un empleo formal.

A su vez, preparan un curso sobre manejo efectivo de pequeñas empresas.

Están visitando empresas en busca de plazas, como parte del programa de asistencia social.

Gestionan que se les otorguen préstamos para que pongan sus pequeñas empresas, porque algunos no les interesa un empleo, sino montar su propio negocio.

Reyes precisó que se proponen, además, que entren al programa de educación continuada, para que puedan seguir sus estudios académicos, convencida de que “no hay reinserción laboral sin educación”.

Destacó que el Ministerio de Educación Superior le ofertó becas, las que han obtenido algunos que ya han ingresado a la universidad, la mayoría a estudiar derecho. Muchos, según precisó Reyes, están cursando estudios en el Instituto de Formación Técnica profesional (Infotep), donde se les hace una evaluación para determinar su vocación técnica, a fin de ubicarlos en el programa para el cual tengan más aptitud. Están abordando las empresas turísticas, para insertarlos en esa área.

La encargada de Operaciones de la Unidad de Repatriados observa que en los últimos tiempos están siendo deportados muchos jóvenes, con los que dice tienen menos problemas para insertarse en lo laboral y académico, porque llegan con la meta definida de prepararse para superar esa experiencia negativa.

“Vamos a seguir apoyándolos, porque yo creo en la reinserción laboral, y sus derechos hay que seguir garantizándolos”, apuntó Reyes.

Barreras

Amparo Reyes señala que algunos de ellos tienen sus ahorros que les permiten instalar su propio negocio, pero que requieren que el medio les abra las puertas y los acoja.

Esto así porque algunos han tenido que superar obstáculos que les impedían desarrollarse, citando el caso del Puerto Caucedo, que no les permitía la entrada a ellos, ni a sus camiones y les cancelaban los carnés cuando se enteraban que se trataba de un repatriado.

Reyes indica que todavía en algunas zonas turísticas tienen vedada la entrada, como Bávaro y Punta Cana, y cuando algunos han logrado ingresar es porque se desconocen sus antecedentes. Reyes considera que se trata de una rigidez muy extrema, aunque reconoce que se ha ido flexibilizando.

Aquellos que han logrado instalar un negocio han confrontado dificultades para conseguir crédito.

Reyes citó el caso de un repatriado que tiene una ferretería. Sostuvo que los suplidores le negaban el crédito, por lo tanto tuvo que acudir a un tercero para que firme por él. Después se acercó a la Unidad de Repatriados, en busca de una certificación.

Reyes dice que con el aval de la Unidad, muchos han dejado de usar a otros para que firmen por ellos.

Apunta que normalmente en los empleos les pagan menos que a otros que desempeñan la misma función, aunque rinden más y reclaman menos, porque no quieren hacer nada que ponga en peligro su empleo.

DEMANDAN PROTECCIÓN DEL DERECHO AL TRABAJO

ASISTENCIA LEGAL: Birmania Caamacho Sánchez, encargada legal de la Unidad de Repatriados, indicó que ya han resuelto dos situaciones presentadas recientemente en el Puerto Caucedo, donde primero se les negaba el paso por ser repatriados y luego no se les quería renovar el carné.

Caamacho Sánchez contó que el caso más reciente corresponde a un señor que tiene 14 años en el país y ocho años dando el servicio como camionero en Puerto Caucedo. Allí le dijeron que no le podían dar el carné porque es un repatriado.

La Unidad comenzó a gestionar el acceso, pero al principio hubo un rechazo argumentando que tenían sus normas, aunque más tarde obtemperaron, tras advertirles que someterán acciones de amparo para que se les garantice el derecho al trabajo.

“Nos pidieron una certificación que indique que no han tenido problemas aquí y cuando buscamos en el archivo su proceso está limpio”, expresó.

Narró que con otro pasó lo mismo.

Señaló que se trató de un chofer de un camión, que no se le permitía la entrada, cuyo impasse también fue solucionado.

Sostiene que en los calls centers es donde mejor los tratan. Apuntó que la ministra de Educación Superior, Ligia Amada Melo, les está dando apoyo y que alrededor de 20 están insertados en el programa Inglés de Inmersión. Aunque no han tenido que someter acciones de amparo para reclamar su derecho al trabajo, dice que lo harán cuando sea necesario.

CIFRAS

POBLACIÓN AUMENTA

1996

Retorno: Desde el 1996 a la fecha unos 38,000 dominicanos han sido deportados por varias naciones, principalmente de Estados Unidos y Europa.

2013

Labor: A partir de noviembre de 2013 han podido conseguir empleos unos 2,000, con apoyo de la unidad de repatriados.

Una casa de acogida

Aunque la Unidad de Repatriados funciona desde hace un año, fue recientemente que inauguró una oficina, la cual está ubicada en la avenida Abraham Lincoln esquina Paseo de los Locutores de la capital, local 224 de la Plaza La Francesa.