El Yankees caía 4-3 con dos outs en la novena entrada cuando la guitarra de Jimmy Hendrix sonó en los altoparlantes de Yankee Stadium anunciando la aparición en la caja de bateo de Mark Teixeira, máximo jonronero de los Bombarderos esta temporada.

Un swing suyo podría cambiar la tónica de la noche y revivir las esperanzas de unos Bombarderos que se hunden en las arenas movedizas de las descalificación.

El primer lanzamiento fue strike. En el segundo, ‘Tex’ atacó la pelota con su madera y sacó un rodadito que terminó en rodado al pitcher que tiró la bola a primera y se acabó el partido.

En una fresca noche que hizo pensar en el otoño, el Yankees volvió a salir con la pólvora mojada y cayó por 4-3 ante el último lugar de su división, el Este de la Americana.

La afición grita porque hay que gritar. Le aplaude al ídolo Derek Jeter cada que este se para a batear cargando consigo un hálito de esperanza; todos quieren que se vaya por la puerta grande pero ya en realidad parece estar en sus últimos esfuerzos.

En su juego 2,730 en las Mayores, El Capitán se fue 0-4 aumentando la pena que ronda en El Bronx cuando le restan 20 juegos de temporada regular (10 en casa y 10 de gira) a su carrera y a la temporada del Yankees.

Como Jeter, el resto de los bates neoyorquinos están negados con la productividad que es lo que más urge, especialmente cuando el picheo falla como lo hizo la noche del martes el brazo del japonés Hiroki Kuroda.

Aunque parecía que Kuroda saldría dominante luego de que ponchó a sus primeros tres contrincantes, eso fue todo lo que pudo hacer en la fresca velada de El Bronx.

A partir del segundo inning se le vino la noche encima. El serpentinero nipón salió en una de sus peores de sus noches y puso fin a su racha de tres victorias consecutivas.

Apenas duró 67 lanzamientos en labor de tres entradas y un tercio con nueve hits, cuatro carreras, cinco ponches y un jonrón en contra.

El Yankees ya no pudo remontar ese margen, aunque se acercaron gracias al leño de Jacoby Ellsbury, quien parece ser el único que aporta a la ofensiva. El patrullero de los Mulos se fue 2-4 con un jonrón solitario, el 15 de su cuenta este año.

El ex Met, Chris Young, contribuyó impulsando dos carreras más que mantuvieron viva la ilusión del empate y una eventual remontada. Sin embargo, los cañones ya no dieron para más.

“Esta derrota nos deja en un hoyo profundo”, dijo un visiblemente frustrado Joe Girardi, dirigente Yankee. “ Yo veo el esfuerzo de los muchachos. Es frustrante. No estoy decepcionado porque los veo trabajando, bateando juegos simulados, tratando de mejorar todos los días. Pero a veces cosas no salen como quisieras”.

Es el segundo descalabro consecutivo del Yankees con el que además pierden terreno en la carrera por un boleto de comodín, misma en la que los aventaja Cleveland (medio juego), Toronto (un juego), Detroit y Seattle (dos juegos) y Oakland (cinco juegos y medio).

La victoria fue para Chris Archer (9-8), quien tiene medidos a los inofensivos Yankees, con faena de seis entradas y un tercio con siete hits, tres carreras, tres ponches, un jonrón y un bateador golpeado.

El salvamento corrió a cargo de Jake McGee (17).

El segundo de la serie se jugará a las 7:05 p.m. de este miércoles. Están anunciados como probables Jake Odorizzi (10-11, 3.84 ERA) por Tampa y el zurdo Chris Capuano (1-2, 4.40 ERA) por Yankees.