Yastrzemski, un integrante del Salón de la Fama y uno de los peloteros más venerados en la historia de los Medias Rojas, dijo recientemente al diario Boston Globe que él cree que Ortiz es mejor bateador de lo que él era.

“Sí, pondría a Ortiz arriba de mí”, dijo Yastrzemski al Globe. “Él tiene más poder del que tuve yo”.

El nombre de Ortiz ha sido relacionado con el de Yastrzemski esta semana, luego que el cañonero dominicano rebasó al integrante del Salón de la Fama en la lista de cuadrangulares de todos los tiempos.

Yastrzemski pasó su carrera de 23 años en Boston, ayudando a los Medias Rojas a ganar dos banderines de la Liga Americana. Fue 18 veces al Juego de Estrellas, y obtuvo siete Guantes de Oro jugando el jardín izquierdo, además de ganar la Triple Corona y ser nombrado el Jugador Más Valioso en 1967.

Pero, aunque es el líder de todos los tiempos de Boston en varias categorías ofensivas, incluyendo imparables (3,419) carreras anotadas y producidas, Yastrzemski se ubica por debajo de Ortiz cuando se trata de clasificar a los mejores bateadores de los Medias Rojas.

“Yo diría que, como bateador, él está justo ahí, al lado de Ted (Williams)”, dijo Yastrzemski al Globe.

Ortiz, de 38 años, tiene 455 cuadrangulares de por vida, empatado con Adam Dunn en el sitio 35 de todos los tiempos. “Big Papi”, nueve veces participante del Juego de Estrellas, se voló la barda dos veces ante los Azulejos de Toronto el lunes, para rebasar a Yastrzemski.

“Según mi opinión, él pertenece al Salón de la Fama”, dijo Mike Napoli, primera base de los Medias Rojas, acerca de Ortiz.

El lugar que Ortiz ocupa en la historia ha sido sujeto de mucho debate, particularmente porque él ha pasado la mayoría de su carrera como bateador designado. Pero Yastrzemski siguió apoyando a Ortiz, argumentando que ser un bateador designado es algo muy difícil.

“Ser un bateador designado es muy difícil, y él parece que se convirtió en un maestro del tema”, dijo Yastrzemski. “No es tan sencillo. Yo bateé como designado en mi último año, y lo odié.

“Para ir al plato y prepararte mentalmente, no es fácil de hacer cuando no estás en el juego. Lo estás viendo, y de repente, ¡Boom!, tienes que levantarte e ir al campo. Le doy mucho mérito por eso”.