Por: José Luis Polanco - 21/04/2014
Los residentes de nuestra ciudad de San Francisco de Macorís han tenido que sufrir una serie de acciones desacertadas de quienes están llamados a impulsar el desarrollo de nuestro pueblo, a través de la construcción de obras que beneficien verdaderamente a quienes habitamos este terruño.
Pues para ello apelan a las acciones menos atinadas a la hora de reglamentar y erigir estas obras que se levantan por doquier, sin la debida previsión instituida en nuestros preceptos legales y constitucionales.
Esto lo decimos porque creemos que es totalmente ilegitimo que un constructor sea cual sea su rango o nivel académico, construya una edificación y para ello tenga que cerrar de manera abrupta todo el entorno de la misma que muchas veces pone en peligro las vida de transeúntes y peatones, al momento de transitar por el referido espacio donde se cierne dicha obra.
Vemos con ojos de preocupación el caso omiso que hacen las autoridades de nuestro pueblo a este tipo de situaciones que afecta de forma constante e inmisericorde el normal funcionamiento de las actividades cotidianas de nuestra ciudad y otras ciudades circundantes.
Les invitamos a darse un vuelco principalmente por las calle Salcedo y Castillo, dos de las principales arterias comerciales y residenciales de san Francisco de Macorís y les aseguramos que en varias ocasiones tendrá que caminar por el centro de la calle, porque a unos cuantos desaprensivos se les ha ocurrido ocupar las aceras y parte de la vía para realizar sus construcciones.
Ojala que en los adelante nuestras entidades gubernamentales como obras públicas y municipales como el ayuntamiento municipal, dejen de ser instituciones acéfalas y decorativas y empiecen por reglamentar este tipo de accionar que reiteramos pone en peligro la vida de nuestros buenos y valioso francomacorisanos.
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