Por: El Caribe - 13/04/2014
Las autoridades persiguen a la madre de un niño de seis años de edad, al que le quemó las manos colocándoselas en la hornilla de una estufa. La acción fue tomada por la progenitora para castigarlo, ya que momentos antes le había reclamado que no jugara con basura. El caso ocurrió en el barrio San Antonio del sector Cienfuegos. El menor fue rescatado por el pastor Pablo Ureña, del Programa Niños con una Esperanza, y lo entregó a la Fiscalía. La autora del hecho solo fue identificada como Jocelyn, de unos 25 años.
El menor fue enviado a un centro de salud para curarle las quemaduras. Además, comenzarán a darle tratamiento psicológico. En las investigaciones, establecen que la madre tomó la decisión luego de que el padrastro lo sugiriera para que dejara de jugar con los desperdicios. El pastor Ureña informó que tras recibir la denuncia acudió en auxilio.
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