Por: Paola Chaljub Then/Acento - 29/01/2018
Tantas veces uno escucha, y también dice, sobre los aspectos negativos de la tecnología. Especialmente sobre whatsapp o cualquier aplicación de mensajería al instante.
Desde tiempos del BlackBerry Messenger cuando se desató esta onda de texteo tan intensa y tan cómoda a la vez, venimos diciendo que “la tecnología acerca a los que están lejos y aleja a los que están cerca”.
Contradictoria la frase, pero también cargada de razón.
Cuantos pleitos, reclamos, malos entendidos, uno que otro desliz, los desaciertos, las capturas de pantalla en manos maliciosas, las fotos comprometedoras y ha leído uno hasta de divorcios por culpa de la tecnología.
En estos tiempos, toca hacer un esfuerzo por no caer en la descortesía y pecar de desatento cuando uno, inútilmente, intenta repartirse entre contestar mensajes y mantener el hilo de la conversación en una mesa.
El lamento cuando nos meten en un grupo más, de los tantos que probablemente usted tenga en silencio por un año, parece general.
Sin embargo, fuera de tantos aspectos complicados, whatsapp nos ha regalado un maravilloso aporte que se ajusta a los tiempos y de paso alimenta la unión y la comunicación: los grupos de familia.
En casa somos casi 20 entre mis padres, hermanos, esposos y nietos. Las reuniones familiares siempre son escandalosas, hay mucha comida, muchos temas y es muy probable que hablemos todos al mismo tiempo. Hablamos mucho y nos reímos mucho.
Ahora, imaginen eso mismo en un grupo de whatsapp con mis viejos que ahora ya se toman selfies, fotos frente al espejo, mandan memes y hasta cadenas para la buena suerte. Para morir de risa.
Todos los días hay un tema. Unos hablan más que otros, pero uno tiene la certeza de que leen y hasta reclamamos si no hablan. Pero a fin de cuentas, uno sabe que el otro está ahí.
Probablemente cueste textear diariamente a los hermanos para saber de ellos. A lo mejor uno no se llame todos los días. Pero ahora un meme o la cuerda en temporada de pelota, es una buena excusa para ponernos presente y hacernos sentir con cariño.
Una manera bonita de mantener la familia unida. Cada vez que veo las notificaciones de el grupo Familia, siento que le sacamos el verdadero sentido a la tecnología. Así sí.
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