El segundo encuentro entre los aspirantes a dirigir los destinos de la nación más poderosa del mundo dejó más dudas que respuestas. El enfrentamiento se caracterizó por  la hostilidad, pasaron 30 minutos y solo intercambiaron epítetos. Un Donald Trump acucioso señalando con el dedo a su adversaria como si regañara a uno de sus empleados y Hillary Clinton como gata acorralada sonriendo en forma burlona en la espera de la oportunidad para atacar.

En medio del debate llega lo nuevo, Donald Trump informa que su adversaria no solo se juega la presidencia, también su libertad, agregando esta amenaza a sus promesas de campaña. Hillary vuelve y sonríe mientras su adversario la culpa de todos los males. Ella intenta cambiar el tema de los E-mails por el dudoso manejo de Donald Trump con los impuestos, a lo cual este responde ¡ella también es la culpable!.

El mundo observa como la nación que lidera los más importantes organismos supra nacionales se desgasta en un proceso electoral carente de propuestas y comportamientos propios de la práctica política del tercer mundo. El candidato que sobreviva a esta guerra saldrá con su imagen disminuida, lo que dificultará su trabajo como líder, dentro y fuera de los EEUU.

El crecimiento económico de algunos países emergentes trae nuevos actores en el escenario mundial y supone una redistribución del poder en las diferentes instancias de la gobernanza global, lo que representa el desafío más grande para EEUU desde que desplazó a Inglaterra como centro de poder del mundo. 

El pueblo norteamericano tendrá que decidir entre un magnate inmobiliario que quiere un EEUU implacable con sus adversarios y que pase factura a sus aliados, y por el otro lado una, dirigente política de 30 años de carrera, comprometida con los sectores financieros de Wall Street, pero con una larga trayectoria de lucha en defensa de los sectores más vulnerables.

¿Cual de los dos candidatos tendrá la inteligencia y la sagacidad para conducir a los Estados Unidos en esta nueva realidad internacional?

Lic. Jose Miguel Van Troi Reyes T.

Profesor universitario