Por: Adriano Miguel Tejada - 22/09/2015
El paisaje político dominicano se ha llenado de candidaturas “raras”, no porque a los candidatos les falten calificaciones o familiaridad con los electores, sino porque rompen con tradiciones partidarias nuestras. Se pueden presentar varios ejemplos.
La candidatura de Domingo Contreras a la alcaldía del Distrito Nacional. Domingo fue por mucho tiempo funcionario del ayuntamiento capitalino y es un reconocido técnico en asuntos municipales, así como dirigente del partido que controla el cabildo. Calificaciones no le faltan.
Pero se está presentando frente a un incumbente que tiene muy buenos números y nadie se explica, excepto por las luchas internas dentro del PLD, que se pongan piedras a un candidato con amplias posibilidades de repetir en una de las demarcaciones electorales más importantes del país.
Otro caso es el de Eduardo Sanz Lovatón a la senaduría del Distrito.
“Yayo”, como se le conoce es un abogado con amplia vida política a pesar de su juventud, pero se pensaba que a estas alturas el PRM estaría empujando a un candidato con más posibilidades de dar un susto en la capital, pero ahora con la amplia campaña que ha desplegado el abogado Sanz va a resultar muy difícil que saquen del sombrero a otro candidato. O sea, el activismo se impuso al partido.
Finalmente, hay un candidato a alcalde que el único recurso que opone a su organización es que hay que matarlo para sacarlo del cargo, como si el puesto fuera suyo por obra de Dios.
Esta campaña como que no se entiende…
atejada@diariolibre.com
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