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:: Auto cuidado de quienes cuidan
Auto cuidado de quienes cuidan

Por: Solange Inmaculada/Acento - 18/07/2015

Hay un grupo de profesionales que por el tipo de trabajo que hacen requieren asumir con responsabilidad su propia salud física y mental. Profesionales que trabajan con personas en situaciones de vulnerabilidad, que tienen que cuidar y estar ahí para otros, que dirigen equipos de trabajo que funcionan bajo estrés, que manejan el dolor de la enfermedad física, mental y emocional o que se exponen a circunstancias de riesgo. Estamos hablando de profesionales de la medicina, psicología, educación, derecho, periodismo, entre otros.

Hace unas semanas ofrecí una conferencia vivencial a un grupo de directores y directoras de centros educativos como parte de un seminario de actualización acerca del liderazgo en educación, ofrecido por la PUCMM.

Por primera vez, según expresiones de ellos mismos, no se les estaba dando algo para los otros sino para ellas y ellos mismos y alertándoles acerca de la necesidad de cuidar el recurso humano que son.

Los síntomas del desgaste profesional se sienten en el propio cuerpo y en la propia alma, el cuerpo da señales que se pasan por alto por estar ocupados en los otros y otras. Pueden aparecer síntomas físicos, mentales, emocionales, conductuales y espirituales que si no se atienden, poco a poco van gastando la vida, robando la alegría, dañando relaciones y anulando la vida sexual.

Como de lo que trata es de aprender, les comparto las soluciones que ofrezco a los grupos en el desarrollo dehábitos de autocuidado:

– Aprender a mirar-se y sentir-se para vivir consciente y sin anestesia.

– Ir al médico y darle seguimiento a la salud.

-Hacer ejercicios.

-Tener una alimentación sana.

– Ingerir mucha agua.

– Hacer lo que disfrute (baile, canto, lectura, playa, montaña, viajes….)

-Salir de relaciones tóxicas.

-Cortar vicios dañinos.

– Aprender a respirar.

-No victimizarse.

– Terminar proyectos inconclusos.

-Fortalecen vínculos importantes.

– Aprender a decir NO.

– Dejar de quejarse y tomar decisiones o prepararse para tomarlas.

– Cuidar lo que se tiene y preservarlo.

-Vivir con pasión.

– Desarrollar la vida espiritual.

Sé de mi propia cuenta lo difícil que es cuidarnos cuando cuidamos a otras personas, pero no hay manera de hacer este trabajo sin ponernos en riesgo, si no nos asumimos como un recurso vulnerable que también necesita ser cuidado.

Este sábado pasado no publiquémí acostumbrado artículo haciendo ejercicio de este deber que me obliga a cuidarme para poder seguir cuidando a otros y otras.

Estuve el fin de semana en un hermoso lugar llamado Villa Pajón en contacto directo conmigo, la naturaleza, el amor y la compañía de gente que también se quiere y se cuida. Hablando de temas profundos o haciendo silencio, haciendo senderismo entre las montañas o durmiendo profundamente, escuchando buena música o el sonido de las aves, los gallos,  los ovejos y la lluvia. Disfrutando del frío a 16 grados o del calor del fuego de una chimenea, en fin viviendo la experiencia de renovación para seguir caminando y poder continuar acompañando a caminar.

@SOLANGE_ALVARADO_ESPAILLAT



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