Dicen y es verdad, que las comparaciones son odiosas. A veces necesarias cuando miramos el devenir de ciertos acontecimientos en otros países a pesar de que nos lleven años luz de avance y dignidad en lo que es el manejo y comportamiento de un funcionario público de cara a la sociedad.

En nuestro peculiar país, son poquísimos los funcionarios y también miembros del cuerpo del orden que se han retirado por su propio empuje luego de cometer o permitir cualquier tipo de infracción. La mayoría comete sus delitos, trueques, robos al erario, desfalco, malversación de fondos públicos, pero ninguno renuncia a su cargo a pesar de tener todo en su contra, muchas veces hasta su propio partido. Es inverosímil pero todos continúan en sus cargos. 

Es necesario hacer comparaciones y anhelar lo que sucede en otras latitudes.  Por una “simple” multa de tráfico, ministros en Reino Unido y Bruselas han dejado sus cargos públicos. En otros países, funcionarios acusados de un mínimo resquicio de corrupción dejan su cargo para enfrentar y defenderse judicialmente. En Tailandia, el pasado mes de Febrero,  la ex primera ministra Yingluck Shinawatra fue destituida por un golpe militar acusada de corrupción vinculada a un enorme esquema de subsidio de arroz introducido durante su gobierno y será enjuiciada próximamente. En China, donde el asunto de robar y malversar fondos públicos se paga con la vida o la cárcel para cualquier cargo del gobierno, los ejemplos cunden.

En Latinoamerica también hay ejemplos pero no muchos. Somos un continente conocido por nuestro apego a la corrupción gubernamental. Recientemente, hemos visto que la vicepresidente de Guatemala renunció por los casos de corrupción que le acusan. Michelle Bachelet en Chile, hizo renunciar o echó a todo su gabinete, un cambio de gran profundidad que un mandatario haya realizado en Chile desde el retorno de la democracia en 1990.

Nuestro Presidente Danilo Medina,  ve pasar los acontecimientos judiciales y la corrupción por el frente de su cara y no quita ni remueve fichas. Todo es sonrisas y aumento de la nómina en los cuerpos castrenses, en el servicio público local y externo.

En este país los funcionarios públicos ya sea del gobierno central, Congreso, justicia, autoridades y demás no se van de sus sillas ni con fuego.  Se confabulan entre ellos, se burlan del pueblo y mientras más acusados están de corrupción y otros delitos más apegados al poder continúan y aquí no pasa nada…….