Somos más de diez millones de habitantes tirando basura a las calles sin control,  creando una de las peores contaminaciones de toda la historia de la república, la cual cada día será peor, si no tomamos medidas drásticas, pues se sabe que en los países donde crece la economía, la producción de desperdicios se duplica,  además, de que el mal manejo de la basura, especialmente en las calles, es lo que más conduce a enfermedades e incluso a epidemias de grandes consecuencias.

La referida problemática se torna más grave, ahora que estamos desarrollando en forma acelerada e inteligente el turismo, en razón de la que  la primera preocupación del turista, antes de divertirse, es su salud, y la basura en las calles, con sus bacterias y malos olores, es una muy mala referencia de la higiene de un país bello y hermoso como el nuestro, como también, manifiesta un bajo nivel cultural que debemos superar.

Dada esta penosa realidad, generadora de una fea imagen y de una contaminación ambiental en continúo aumento, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), por medio de sus técnicos especializados en la materia, decidió hacer levantamientos y evaluaciones sobre la misma en las provincias de la Región Nordeste y del Cibao Central y en varias ciudades importantes del país, teniendo entre sus resultados, que en los alrededores de las principales universidades y  escuelas dominicanas están llenos de basura, reflejando las mismas la posición del avestruz, al solo mostrar  interés por la  higiene y pulcritud  en su interior, sin importarles la que debe imperar en todas las áreas que constituyen su entorno.

Los referidos levantamientos, además de contactar que nuestras entidades educativas están rodeadas de basura, arrojan a su vez que instituciones militares de mucho prestigio, dirigidas por altos oficiales quienes asumieron  entre sus deberes  fundamentales,  impedir que la basura atente contra la salubridad,  son muestras preocupantes del nivel de indiferencia  que existe con relación a la contaminación ambiental que impacta a  los recintos que los alojan.

También los mismos, recomprobaron que los  camiones recolectores de basura de los Ayuntamientos, en vez de cumplir los roles para los que están llamados, son perjudiciales contaminadores del medio ambiente, al tomar su personal la basura de los contenedores sin el debido cuidado que amerita,  dejándola esparcida por las calles y sus aceras.

Para un encauzamiento correcto del tan preocupante problema, las conclusiones de las evaluaciones y levantamientos realizados, llaman asumir la  educación como instrumento fundamental para generar un cambio de conducta en las personas y hacia lo interno de las instituciones privadas y gubernamentales.

La iniciativa propuesta, es considerada por las mismas de importancia capital, en virtud de que solamente con producirse día tras días ver a  estudiantes e incluso profesores  tirando basura en las calles, así como a nuestras escuelas y universidades rodeadas de basuras ignoradas por sus autoridades, evidenciamos aún poseyéndolo, que carecemos de un plan educacional respecto a los niveles de higiene que debemos asegurarnos, asimismo,  que hemos ignorado para nuestro perjuicio, las estrategias formuladas en dicho sentido por el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), tendentes a la solidificación del país.

Como parte vital del referido cometido y de las medidas a tomar para subsanar nuestras deficiencias, recomiendan a los Ayuntamientos y a la Liga Municipal, recurrir a cursos de educación continúa, destinados a entrenar y concientizar al personal utilizado en la recogida de la basura y su depósito final en los vertederos, a fin de que éste se maneje con eficiencia, propósito el cual, entienden que debe garantizarse su plena realización, mediante intensas iniciativas publicitarias y educativas, que hagan de la población guardianes y auxiliares de tan delicada labor.

Dentro de estos lineamientos estratégicos, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) sugiere a todos los que componemos  la sociedad dominicana y nuestras instituciones conjuntamente con los diferentes estamentos del Estado, acoger como iniciativa colectiva, la implementación de un plan nacional educacional pro la higiene, de la misma categoría y dimensión del plan nacional de alfabetización que realiza el gobierno, para así  proveernos de los conocimientos y niveles de conciencia que ameritamos, sobre el impacto ambiental de la basura en la higiene y la salud.