Por: Editorial/Acento.com.do - 25/03/2015
Cuba y Estados Unidos han entrado en una etapa de cambio en sus relaciones diplomáticas y comerciales.
Pese a la oposición de sectores conservadores tanto en EEUU como en Cuba, más temprano que tarde estos dos países eliminarán las rémoras de la Guerra Fría.
De hecho, el gobierno de Cuba ha venido poniendo en práctica una moderada política de cambios económicos que a empieza a rendir frutos.
Por ejemplo, en lo que va del año 2015, Cuba recibió a un millón de turistas.
El trabajo por la conquista de nuevos mercados y la generación de divisas debe de ser permanente, y no se debe de excluir ninguna posibilidad
El crecimiento del turismo cubano podría atemorizar a los empresarios de la industria turística dominicana.
Pero, más que una amenaza, Cuba representa una gran oportunidad para la economía de República Dominicana.
Cuba es mucho mayor en territorio que la República Dominicana, pero sus campos y sus industrias producen mucho menos que los dominicanos, y tecnológicamente se han quedado rezagados.
Los hoteles cubanos necesitan comprar alimentos, muebles y otros insumos, que bien podría suplir la República Dominicana.
En cuanto a los atractivos turísticos, aunque ambos países tienen climas, playas y otros atractivos parecidos, no estaría de más pensar en negocios conjuntos en esta pujante industria de la economía de servicios.
El trabajo por la conquista de nuevos mercados y la generación de divisas debe de ser permanente, y no se debe de excluir ninguna posibilidad.
Si bien es cierto que una Cuba cada día más abierta y productiva constituiría un reto y una competencia para la República Dominicana, también representa una gran oportunidad de hacer negocios y de ganar un nuevo mercado para colocar nuestros productos.
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