Por: De Buena Tinta/Diario Libre - 12/12/2014
Hacen el escándalo, y a la hora de la verdad, nada...
Las autoridades no se examinan a sí mismas, pero en las pruebas ajenas se queman, y no promueven el curso. Por ejemplo, en versiones de hechos que despiertan interés público.
El más reciente fue el tiroteo en una discoteca de Santiago, en la que se involucró a cantantes y peloteros, sin que todavía haya nada claro.
Lo único cierto fue la cantidad de heridos, como en otras ocasiones el número de muertos.
Se dice que el pleito fue en una carpa que estaba al frente, y sin embargo, cerraron el local. Se habló de un vídeo que registra el incidente, y luego resulta un invento.
Ligereza, precipitación, incompetencia, pero todo con un toque de farándula.
Los fiscales gustan de los casos que protagonizan celebridades, gente famosa, sean de la música o del deporte, pues salen del anonimato, y consiguen figurear en los medios. (Extraña que no lo hagan con políticos).
Eso no sería problema, pues quien quiera brillar, que brille, con luz propia o ajena, sólo que igual ocurre con situaciones más serias. Verbigracia, el asalto a la cárcel de Najayo, del que dieron trailers, pero no la película completa.
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