Por: Guido Riggio/Acento - 21/10/2014
Los obispos del sínodo dijeron la mayor de las perogrulladas:
Que los homosexuales tienen “dones y cualidades” que ofrecer a la Iglesia.
Y lo dicen como si el mundo ignorara que el 60 % de los curas son maricones (¿ ) y, lo peor , unos criminales pederastas. ¿No’ejasi mi carde?
Creo que el 60 % , más que un gran aporte, es toda una cultura culinaria clerical sin la cual desaparecería la Iglesia . Y no lo digo yo, lo dice el padre Alberto Cutié , el cura cubano que abandonó la Iglesia , denunciando su Mafia Rosada y diciendo:
“Hay tantos homosexuales, activos y en el celibato, en todos los niveles del clero y de la jerarquía eclesiástica, que la Iglesia no podría funcionar si se tuviera que excluir a todos ellos”.
Dice además que en una ocasión, a raíz del nombramiento inmerecido de un Obispo, le oyó decir al sacerdote rector del seminario:
“¿Y con cuál Cardenal se habrá acostado ése para que lo hayan nombrado Obispo?”…¡Cooooooño!
En un libro llamado ‘El Vaticano y el sexo: viaje secreto al reino de los castos’, Carmelo Abbate describe minuciosamente el ambiente gay oculto en el Vaticano con diferentes relatos anónimos sobre las relaciones amorosas y de doble moral que mantienen estos curas.
“Sacerdotes de todas las nacionalidades dividen su tiempo entre Via della Conciliazione y la movida del ambiente nocturno romano”.
Se documentan relaciones homosexuales como heterosexuales, así como la existencia de hijos e hijas ilegítimos , hablándose de abortos clandestinos.
Por suerte estas cosas ya no sorprenden a los dominicanos que hemos vivido el horripilante caso del nuncio Wesolowski y el tenebroso del Albergue de Higuey, el caso éste que mantiene calladito nuestro Okolo, el que no le reporta al papa Francisco.
Así que dejémonos de hipocresías que sin gays no hay Iglesia. No’ejasí Okolo.
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