Por: Amanda Castillo/Acento - 12/10/2014
Ramón Ventura Camejo, ministro de la Administración Pública, considera impostergable el debate sobre la reelección presidencial, y dio declaraciones que han dejado a más de uno sorprendido, al proponer una enmienda a la Constitución, para hacer que la reelección se remita a dos periodos en el ejercicio del poder y nunca más, como en EUA.
Basando su interés en “fortalecer la institucionalidad”, ahora que está sobre la mesa la reelección del presidente Danilo Medina, a apenas 4 años de la última reforma constitucional.
La propuesta ha sido criticada, sobre todo, viniendo de ese ,”paladín” de la administración pública, uno de los miembros más estoicos del comité político del PLD, al cual pretende llevar la idea.
Este gesto, quizás el más sincero, y espontáneo del ministro, desde que ocupa posiciones públicas, puede denotar ciertas afinidades con algunas tendencias PLD, razón por la cual dejo entender, “que no trata de perjudicar a ningún sector político ya que, solo lo mueve la necesidad de fortalecer el sistema con visión institucional.”
La administración pública secuestrada, no cambiará hasta que la clase política depredadora comprenda que la actividad política ha fracasado, al manejar las instituciones del Estado con una visión corporativa
Ventura Camejo también declaró, que en la “administración pública se ha institucionalizado la calidad”, asegurando, que en la República Dominicana “ya es realidad el tema de la calidad en la administración pública, lo cual queda avalado por los diez años de aplicación del Premio Nacional a la Calidad y por los avances de la red de hospitales públicos”.
Estas declaraciones( en medio de los 11 muertos del hospital Robert Reid ) no causaron ninguna sorpresa, ya que hasta podrían ser ciertas, cuando sabemos que las administraciones,- no obstante todos los intentos de transformación ,grandes inversiones ,consultorías internacionales, discursos , talleres seminarios et .etc.- siguen siendo el gran bastión que tiene la clase política para enriquecerse, saldar compromisos, y construir liderazgo (todos han salido de allí) . ¿O acaso lo hemos olvidado?
Durante años actores claves y ciudadanía, vienen demando la reestructuración del Estado, deseando que sea más reducido, regulador, exigiendo que acabe la corrupción, desigualdades, y toda suerte de desmanes.
Las declaraciones del ministro sobre la “calidad”, cuando se habla de una administración pública maquillada, des institucionalizada, consumiendo millones del presupuesto nacional en salarios. Mientras las instituciones de salud, son cuestionadas, por la precariedad de los servicios. Nos llevan a preguntar ¿De qué calidad se está hablando? Cuando sale el decreto 379 – 14, con visos de inconstitucionalidad, para pretender mejorar el caos hospitalario.
Desde el inicio de su gestión Ventura Camejo, se ha interesado en hacer propuestas, sobre los puntos más frágiles del funcionamiento de las administraciones públicas. Pero la clase política, su partido e intereses diversos, parecen no estar convencidos de que estas transformaciones sean necesarias, y cuando se implementan siempre son postergadas y violentadas.
Entre los éxitos del MAP se destaca la incorporar a la carrera administrativa 2,500 empleados, de 81 instituciones a la Ley de Carrera, en agosto de 2010. Para crear una burocracia, que lleva 59 mil inscrito.- de los 750 mil empleados públicos que dicen los especialistas tiene el país-.
Otro de los logros es el Proyecto de Ley Orgánica de la Administración Pública, que se venía trabajando desde el 1996, presentado a la legislatura en septiembre del 2010. Para la fecha se denuncio que habían 325 viceministros, y que los mismos eran inorgánicos, el MAP anuncio que sometería una ley para llevarlos a 25. Hoy no se sabe cuántos viceministros hay.
Entre los logros fallidos, del ministerio está la Ley General de Salarios , para enfrentar las injusticias salariales, a lo que el laureado Juan Bolívar Díaz viene dedicando algunos años ,haciendo notar en su artículo (Hoy,15-7-2012 ) que la Comisión senatorial “ evadía el tratamiento a la Ley de Salarios, y reconocía que la Ley no reducía ningún salario,” estando los órganos descentralizados y Bancos del Estado ,excluidos de las regulaciones de la Ley, que espera por un reglamento desde su promulgación .
La multiplicidad de mandatos, en especial dentro de los legisladores es uno de los desafíos que enfrenta la administración pública, si bien la Ley lo restringe. Junto a la ausencia de concursos para asignar puestos técnicos y hasta de confianza, algo que nunca se ha hecho, y que de hacerse pueden estar ya asignados.
En todos los ministerios e instituciones descentralizadas, exista una casta de privilegiados producto de la militancia, relaciones y vínculos familiares.
El tratamiento a la corrupción ha quedado reducido a comisiones de Ética y de Libre Acceso a la Información, ante la ausencia de rendimiento de cuentas, lo que no permite que un ex funcionario pueda explicar el origen de su riqueza, lo que empaña las iniciativas exitosas.
Los funcionarios se siguen manejando como si las instituciones les pertenecieran. En medio de la cacareada transparencia, cada incumbente, siente que la institución que dirige es suya, y actúan en función de ese sentimiento, sin consecuencias.
El abultamiento de la nomina pública, es significativo cuando se observa que en 2007 habían 456.924, en 2010 577.144 (Fuente: Nelson Suarez, Hoy 30-1-2011) y en 2014 se estima en 750 mil, aunque el MAP dice en su portal que son 269,619 empleados públicos.
Antes de continuar haciendo propuestas ,declaraciones, y decretos para cubrir deficiencias, es necesario analizar el estatus actual de la administración pública , desmembrada, debatiéndose desde antes de la creación del MAP, en vanas gestiones para ordenar la macro estructura del Estado e implementar un estatuto del servicio público basado en leyes y reglamentos, que establezcan y hagan cumplir normas, que regulen la contratación y actividad de los funcionarios públicos, de carrera, altos cargos, los funcionarios esporádicos , los del servicio exterior, en fin el universo global de la administración pública.
En este complejo escenario ¿Podrá el ministro Ventura Camejo, pasar su propuesta sobre la re postulación presidencial?
La administración pública secuestrada, no cambiará hasta que la clase política depredadora comprenda que la actividad política ha fracasado, al manejar las instituciones del Estado con una visión corporativa, como si fueran negocios, y no como el espacio donde se diseñan las políticas públicas y se definen las reglas para el buen vivir en sociedad.
Los servidores públicos solo deben servir al Estado, y no servirse del Estado, esto se aprende llevando a aquellos que violentan las pocas reglas existentes, hasta los tribunales para qué se expliquen y sean sancionados.
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