Al momento de la llegada del más reciente embajador de los estados unidos a la República Dominicana, el economista, hombre de negocios, y promotor de este grupo social, James (Wally) Brewster  más de uno pensaron que este activaría de forma significativa la comunidad homosexual en el país toda vez que su vida ha trascurrido luchando por los derechos igualitarios de este grupo nutrido por demás de personas con sexualidad confusa o desvirtuada.

El anuncio de ese embajador entre comillas, si entre comillas por que podría ser embajadora si de lo que se trata es de otorgarle el derecho a ser lo que le dé la gana ser, pues este señor tiene una relación marital de al menos 25 años con otro hombre (Bob Satawake), lo que pone en entredicho su verdadera personalidad o género.

Sin embargo, jamás pensamos los dominicanos, que la proliferación llegaría a tal magnitud de que esa igualdad  fuese a desatar el avispero en el que se ha vuelto este país en el aspecto del libertinaje en que ha llegado, desarrollando un sin número de actividades en la que dejan entrever sus plumajes multicolores de tal forma que han dejado boquiabiertos a la sociedad dominicana quienes creían, herrados o no de que esas actividades al menos se harían de forma más tímida y discretas.

Mas sorprendidos estamos de que un hombre del temple, y la creencia religiosa, la fe y los arraigados valores morales del presidente Danilo Medina no haya objetado o por lo menos condicionado la llegada de un hombre que de antemanos se especulaba traería consigo como carta de presentación una marcada actividad homosexual a un país que aunque no repudia ni odia a este tipo de personas pero aun no asimila del todo que un hombre se relacione íntimamente con otro y que lo pregone de forma sarcástica cada vez que tenga la oportunidad de hacerlo.

Recientemente ya se han hecho sentir este tipo de actividades tales como la llamada marcha del orgullo gay que lleva siete años celebrándose en el país y que concita la atención de este colectivo social y aglutina a por lo menos un 4.6 % de la población dominicana a decir de los organizadores quienes creen que podría llegar a por lo menos el 10 % sumando a quienes aún no han salido del closet o juegan a la doble personalidad haciendo creer que son una cosa cuando realmente son otra.

Aunque este país aún no asimila este tipo de conducta homosexual en hombres y mujeres, está consciente de la existencia de este nutrido grupo de personas  y se muestra más escéptico al momento de ver como estas gente se muestra insinuantes de forma explícita incitando al morbo probablemente  afectando a quienes aún no están claro de que este accionar sea completamente normal entre nuestro buenos y valiosos dominicanos que tienen sus reservas de si este país se podría convertir algún día en la sociedad de las aves Libres.