La Iglesia Católica Romana lejos de educar ha convertido el Sistema Educativo Nacional en su fuente de poder, en un coto de caza y dominio especializado para dogmatizar y reclutar a sus fieles inocentes antes de que sean adultos pensantes.

Por ello este “Pacto por la educación” es su campo de batalla donde Roma debe preservar sus privilegios y mantener el control ideológico retrogrado que ha de predominar en la Patria dominicana, la ideología conservadora y supersticiosa con la que nos mantiene subyugados, con la misma que combatió y persiguió a Duarte.

Pero no obstante, las iglesias evangélicas dominicanas ( incluimos a todas las no católicas romanas, y los sectores progresistas) conocen estas cosas, saben muy bien que la gran ladrona de la Educación Dominicana ha sido la Iglesia Católica, la que mantiene el control ideológico y presupuestario del sistema educativo nacional, en desigual competencia con los grupos evangélicos.

Pero en este escenario, además de picar adelante y haber tomado la dirección de la discusión, la Iglesia Católica ha dado un segundo zarpazo estableciendo en el texto del “Pacto educativo” que el tratamiento de la religión en la educación es un “compromiso de Estado”:

4.1.6 Promover un debate nacional sobre la enseñanza laica y/o tratamiento de la religión en la educación, como un compromiso de Estado.

Pero ha sido indelicada y de antemano, antes de que se produzca el propuesto debate nacional sobre la enseñanza laica, la Iglesia ha comprometido al Estado a incluir la religión como tema en las aulas dominicanas, ha mostrado sus garras.

Han atado a las personas que van a debatir sobre la enseñanza laica obligándoles a incluir la religión en la escuela como dogma, como instrumento reclutador y adoctrinador, como hoy lo hace y como pretende continuar haciendo.

Pero no hagan fiesta: jamás permitiremos que vuestra Iglesia continúe utilizando la escuela como plataforma para su proselitismo barato romano. Entiendan que la pava ya no pone donde ponía, entiendan que el gigante dormido de las Iglesias Evangélicas dominicanas ( enemigas de la Gran Ramera) y los grupos progresistas ya ha despertado y que ya no creen en el cuco del laicismo ateo que ustedes le han inculcado a los evangélicos para con su miedo darles migajas y mantenerlos discriminados.

Sepan que los grupos que propugnamos por el Estado laico ( en el que se ha incluido su propio Papa Francisco) creemos que la religión( como fenómeno cultural e histórico) sí debe ser estudiada en las escuelas, pero jamás utilizar a las escuelas para el proselitismo romano.

La Iglesia nunca ha querido educación para el pueblo, lo que quiere es vulgar proselitismo y dineros, a lo que no se prestará más el Estado Moderno y educación que debemos darnos los dominicanos.

Pero la Iglesia insiste y no quiere soltar la teta del Estado, pretende continuar utilizando al Ministerio de Educación y su estructura magisterial como un púlpito particular para reclutar adeptos, y sobre todo, mamar del presupuesto.

Pero los laicos entendemos que tema religioso no debe ser excluidos de las aulas, sin embargo, lejos de que ello deba convertir la escuela un púlpito religioso, debemos convertirla en un santuario educativo donde los alumnos se conviertan en conocedores de la religión, para que puedan evaluarlas a todas, sin privilegios, para que luego, puedan elegir libremente qué ideología seguir: si evangélica, católica, budista, comunista, agnóstica o atea… seguir los dictados de su conciencia.

Esto es educar en libertad, sin malicias ni argucias, esto es no prestar el Estado para que algún pendejo venga a dogmatizar a los alumnos, a cargarlos de supersticiones.

Mientras tanto, no sabemos que hará el Estado con esto del Concordato trujillista medieval que le entrega la educación pública a la Iglesia católica diciendo:

<< 1. La enseñanza suministrada por el Estado en las escuelas públicas estará orientada por los principios de la doctrina y de la moral católicas. >>

(Artículo XXII del Concordato)

El Concordato no se tocó en las reuniones, pero tendrá que tocarse, especialmente será la agenda de las iglesias evangélicas que ya lo han denunciado como adefesio diabólico.

Que lo acotejen bien y lo conviertan en supositorio santo, a ver si les entra por el tabernáculo.